Friday, May 31, 2013

Ya Tengo Señal, ¿Ahora qué hago?

Imagina que ese día subiendo a la cima del Pico Duarte una de las personas que busco señal para su celular hubiera encontrado, ¿Qué crees tú que esta persona hubiera hecho de inmediato? Estoy seguro que no guardaría el móvil en su bolsillo sino que haría su llamada. Sin preámbulos, sin vueltas que dar, el siguiente paso estaba bien definido. En lo personal he escuchado muchas veces la frase “Nunca es tarde para comenzar”, déjame decirte que la palabra nunca está mal empleada en esta frase. Realmente comparto el espíritu que transmite, pero la realidad es que a la vida de cada ser humano llegan momentos donde no hay vuelta atrás. Como hijo puedes pasarte toda tu vida sin respetar a tus padres y tratándolos mal; el día que partan de este mundo será tarde para cambiar tu acciones. En otras palabras debemos tomar decisiones que afecten el presente para generar los cambios necesarios. Por esta razón yo prefiero el dicho “No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy”. Esta es un área en la que todos necesitamos trabajar duro. En la mayoría de los casos lo seres humanos tenemos la tendencia a postergar, dejando correr el tiempo y acomodándonos en nuestra zona de seguridad. La buena noticia es que hoy puedes comenzar a vivir dentro de la voluntad de Dios. Si ya has encontrado el significado de tu vida en el Señor o estas en medio de esa búsqueda, este mensaje es para ti. Vamos a trabajar sobre una idea clave respondiendo a la pregunta ¿Cómo inicio a vivir dentro de la voluntad de Dios? Porque de eso se trata, acción.

Básicamente, existen cinco áreas donde cada ser humano debe iniciar su caminar con Dios porque están claramente definidas en Su palabra. Sin temor a equivocarme, te invito a iniciar esta travesía que te llevara de lo general a lo particular y a disfrutar de vivir con propósito. ¡Manos a la obra!

Jesús dijo: Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero (Juan 6:40; Énfasis agregado). Esto es lo primero, el paso que nos introduce a la aventura de vivir. Ser salvo. Esto significa pasar de muerte a vida, estar conectado con Dios. Vuelvo a decir “No hay sentido de la vida en desconexión con autor de la vida”. Es por esta razón que es necesario para todo ser humano formar parte de la familia de Dios, pues separados de Él solo existe la muerte y condenación. Sabiendo esto, ¿Qué vas a hacer? Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios (Juan 1:12).

Una vez se establece esta relación con el Señor se producen cambios extraordinarios en nuestra vida. Esto se debe a la obra del Espíritu Santo, somos limpios de pecado. Esta nueva condición nos impulsa a alejarnos de lo pecaminoso. “Pues la voluntad de Dios es vuestra santificación;  que os apartéis de fornicación” (1Tes. 4:3; Énfasis agregado). Ser santo. Esto no quiere decir ser santurrón sino ser igual a Cristo. No hay victoria sin santidad. Es necesario entonces para poder disfrutar del sentido de la vida, ser santo, ser puro, porque esto es la voluntad de Dios para ti y para mí. No necesitamos preguntar: ¿Señor, realmente quieres que yo no peque? Ya sabemos la respuesta.

Siendo sincero, yo sé que esto que estoy escribiendo es totalmente contra contracorriente. Lo que parece normal es desobedecer a Dios y por esta razón a la mayoría de personas le parece religioso hablar acerca de Jesús y una total locura hablar sobre pureza porque según ellos la vida hay que gozarla. No obstante, siguen sin rumbo y sus vidas carecen de sentido. Cuando cesa el ruido del ambiente no saben qué hacer. Las apariencias se terminan y se enfrentan a la realidad. Recuerda que no se trata de religión sino de relación. Yo no hago lo que hago por cumplir con un reglamento sino porque amo a Dios y quiero ser semejante a Cristo.

Aún quedan tres áreas por compartir. Estas no tienen un orden establecido así que vamos a ir revisando una a una.

Pablo dijo: no sirviendo al ojo,  como los que quieren agradar a los hombres,  sino como siervos de Cristo,  de corazón haciendo la voluntad de Dios; (Ef. 6:6; Énfasis agregado). En otras palabras no somos llamados a ser jefes pero si a ser siervos. La filosofía que reina hoy día dice “no le hagas a los otros lo que no quieres que te hagan a ti” Totalmente pasivo, lo único que genera es egoísmo, en cambio, la dinámica que Dios ha diseñado es genial pues si todos la pusiéramos en práctica imagina lo que sería; yo te sirvo a ti y tu a mí, supliendo los unos las necesidades de los otros. Genial. Dios no se equivoca. “Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas” (Mt. 7:12). No fuimos creados para auto-complacernos, debemos servirnos unos a otros. Es por ello que nuestra actitud no debe ser la de esperar ser servido antes debemos servir primero.

Mientras avanzamos cumpliendo estas áreas que son generales Dios va revelando su voluntad específica para nuestras vidas. Recordando, hemos visto SER SALVO, SER SANTO Y SER SIERVO. La próxima la encontramos de manera objetiva en los siguientes versículos:

1Pe_2:15  Porque esta es la voluntad de Dios: que haciendo bien,  hagáis callar la ignorancia de los hombres insensatos;
1Pe_3:17  Porque mejor es que padezcáis haciendo el bien,  si la voluntad de Dios así lo quiere,  que haciendo el mal.
1Pe_4:2  para no vivir el tiempo que resta en la carne,  conforme a las concupiscencias de los hombres,  sino conforme a la voluntad de Dios.
1Pe_4:19  De modo que los que padecen según la voluntad de Dios,  encomienden sus almas al fiel Creador,  y hagan el bien.

Pedro no pudo decirlo mejor. Dentro de la voluntad de Dios para mi vida se encuentra el sufrimiento. Es natural querer evitarlo pero es parte de lo que me llevara a vivir con propósito. En este punto pareciera que Dios está equivocado. Pudiéramos decir, sufrir, ¿para qué sufrir? Eso es perjudicial para cualquier ser humano. Pero aquí la clave está en la razón por la cual debemos sufrir. Cuando padezco haciendo el bien entonces estoy viviendo dentro de la voluntad de Dios. El corazón del Señor no se deleita en ver tu sufrimiento sino cuando haces el bien. Es lamentable que en este mundo corrompido por el pecado hacer el bien sea sacrificial; “al que quiera hacer el bien le costara”. Es por ello que he titulado esta área ser sufrido.

Por último, Dad gracias en todo,  porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús (1Tes. 5:18). Estar Satisfecho. No se trata de ser conformista sino de vivir agradecido. Cuando comprendemos la magnitud de lo que Dios ha hecho en nuestras vidas no es algo difícil. Comenzando por el costo de nuestra salvación como único motivo de gratitud no habría tiempo para terminar de agradecer. A veces se nos olvida lo que hemos recibido y somos mal agradecidos. Hagamos memoria y demos gracias en todo tiempo.

“Bendice, alma mía, a Jehová, y bendiga todo mi ser su santo nombre. Bendice, alma mía, a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios. El es quien perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus dolencias; el que rescata del hoyo tu vida, el que te corona de favores y misericordias; el que sacia de bien tu boca de modo que te rejuvenezcas como el águila” (Salmos 103:1-5).

“No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy”

Comienza a vivir dentro de la voluntad de Dios. Si no sabías cuál era el siguiente paso, ya lo tienes.

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